jueves, 26 de enero de 2012

Miguel Cabrera se rencuentra con la esquina caliente


De aquellos polvos, estos lodos. La lesión de Víctor Martínez trajo consigo la contratación de Prince Fielder para los Tigres de Detroit y con ella vino la ida de Miguel Cabrera de primera a la tercera base. “Quería volver a la antesala”, le confesó el slugger al diario Líder. “Esa es mi posición de toda la vida. Desde carajito”.

Sin embargo, fue el shortstop su posición inicial en las divisiones menores de los Marlins de Florida. Corría el año 2001, el slugger era conocido como José Miguel y compartía el uniforme de los Kane County Cougars con Adrián González. Fue Ozzie Guillén, a la sazón mánager asistente de Florida, quien en la siguiente temporada lo movió del short a tercera. Ahí debutó en Grandes Ligas en el 2003 y ahí se mantuvo regularmente durante cinco temporadas, hasta que en el 2008 los Tigres decidieron convertirlo en inicialista.

Ahora le toca regresar a sus raíces. ¿Tiene, como Gardel, miedo del encuentro con el pasado que vuelve? Dice que no. Sin embargo, readaptarse a la tercera implica todo un reto, y él lo sabe. “Tengo que estar listo para eso”, le dijo a Líder. Para eso, para las críticas y para las voces agoreras, que desde ya han comenzado a aparecer.

“¿Puede Cabrera jugar en tercera? Yo personalmente tengo serias dudas al respecto. Él tiene un porcentaje de fildeo de .951 jugando en esa posición, y ahí cometió 48 errores en 387 juegos.”, afirmó Steve Phillip, ex gerente de los Mets de Nueva York, al Detroit Free Press.

Su peso vuelve nuevamente a estar en el punto de mira. “Debe perder un poco si quiere ser más ágil”, dijo el exgrandeliga Harold Reynold. “Él es bueno en primera, pero para jugar en otra posición del infield debe estar en mejores condiciones físicas (…) Pienso que terminará en el left field”, vaticinó el ex segunda base, ganador de tres Guantes de Oro.

Si de vaticinios se trata, Phillip, quien fuera analista de ESPN, no se queda atrás: “Lo más complicado para él serán los toques de bola. Ellos implican agacharse, fildear a mano limpia y lanzar desbalanceado a primera. Los equipos lo retarán tocando la bola cada vez que él esté jugando tercera”.

Pero no todo son malos augurios. Una gran luz ilumina el túnel e invita a soñar con un esplendoroso futuro ofensivo. La combinación Cabrera-Fielder, como tercero y cuarto bate, respectivamente, ya se proyecta como una de las más temibles –si no la más temible- del beisbol de nuestros días.

Uno derecho, el otro zurdo, ambos bateadores de altísimo poder. Cabrera, la temporada pasada: AVG: .344, OBP .448, SLG .586. Fielder, también la temporada pasada: .299, OBP .415, SLG .556. El dúo dinámico, los llama ya, sin mucha imaginación, la prensa de la ciudad de los motores

Ni Robinson Canó y Alex Rodríguez, ni Car-Go y Tulowitzki, ni John Hamilton y Michael Young, ni Lance Berkman y Matt Holliday, no hay actualmente en el beisbol dupla más ofensiva que esta. Así lo revela un estudio del escritor senior de ESPN, Jayson Stark, quien luego de comparar parejas y números llegó a la conclusión de que la última combinación de tanto poder fue la de Larry Walker y Todd Helton una década atrás…y eso jugando a la altura de Colorado.

¿Y qué pasa si el rencuentro no es el soñado, los analistas finalmente tienen razón y la esquina caliente termina quemando a Cabrera? Podrían él y Fielder, como en el ajedrez, hacer enroque entre la primera base y el puesto de designado. ¿$367 millones por dos jugadores que se roten así? ¡Si batean como se espera, hasta $500 si hace falta!

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